Las personas de más de 65 años son las que más cuidado deben tener en los días de calor, pues son las más vulnerables a las altas temperaturas.
El golpe de calor en personas mayores es un trastorno provocado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición continuada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en altas temperaturas.
Con los meses de verano ya a la vuelta de la esquina los esfuerzos por prevenir las horas de máximo calor por el día se convierten en prioridad, así como tomar precauciones para evitar golpes de calor nocturnos.
Las cifras son claras: cinco de cada diez fallecidos por golpe de calor tiene más de 65 años.
Por ello, en las próximas líneas desgranamos las particularidades del golpe de calor en las personas mayores y explicamos aspectos importantes para frenarlo y prevenirlo.
Causas del golpe de calor en personas mayores
Las personas mayores son, junto con los niños, los más vulnerables al incremento de la temperatura. La causa de esto atiende a dos motivos principales y ayudará a saber cómo recuperarse de un golpe de calor.
Edad factor de riesgo
A medida que envejecemos, nuestra capacidad para percibir la sensación de calor se reduce, por lo que las personas mayores no notan tanto el aumento de la temperatura y, por ende, no toman las precauciones necesarias para protegerse.
Pero, además, con los años también disminuye la percepción de sed, por lo que no sienten la necesidad de beber y ello hace que puedan llegar a deshidratarse.
Deshidratación por medicamentos
El consumo de diversos fármacos también disminuye la percepción de las altas temperaturas. Algunos de los que nuestros mayores toman pueden provocar como efecto secundario la incapacidad de regular adecuadamente su temperatura en los días más calurosos.
¿Cómo afecta el calor a las personas mayores?
El calor puede dañar la salud de las personas mayores. La consecuencia menos peligrosa es la deshidratación leve o moderada, la cual puede ser solucionada con la simple ingesta de líquido.
Sin embargo, en casos más graves, cuando la temperatura del cuerpo rebasa los 41 grados, se puede producir un shock térmico, comúnmente llamado golpe de calor.
Si este no se trata, el afectado puede llegar a sufrir un fallo multiorgánico al dejar de funcionar diversos órganos como lo hacen de forma habitual.
Síntomas del golpe de calor en adultos mayores
Detectar aquellos signos que indiquen que alguien está sufriendo un golpe de calor es relativamente sencillo. Algunos de los síntomas del golpe de calor en personas mayores se tiende a relacionarlos con los achaques propios de la edad.
A ello se suma que como el golpe de calor no va precedido de un ejercicio físico intenso (como ocurre en el caso de jóvenes y adultos), no se suele pensar que estamos ante él.
Golpe de calor: síntomas más comunes:
Aceleración del pulso.
Confusión y desorientación.
Piel muy caliente, enrojecida y seca.
Náuseas.
Escalofríos.
Dolor de cabeza.
Boca pastosa, sin salivación.
Se puede llegar, incluso, a perder el conocimiento.
Consejos a seguir ante síntomas un golpe de calor en adultos mayores
Cuando una persona mayor sufre un golpe de calor, se debe proceder a realizar la siguiente actuación:
Acostarlo y ponerle las piernas en alto. Con esto conseguiremos que la sangre llegue con mayor fluidez al cerebro y no pierda el conocimiento.
Evitar que la persona sea rodeada por mucha gente. Necesita aire y espacio.
Llamar inmediatamente a una ambulancia.
Mientras la atención médica llega, mojarle diferentes partes del cuerpo para bajarle la temperatura. Por ejemplo, pasarle un paño de agua fría por la nuca, la frente y los antebrazos.
Si es posible, darle de beber muy poco a poco. Aunque, sin atosigarle a que beba, ya que tomar de repente una gran cantidad de agua puede provocarle vómitos y aumentar su deshidratación.
Bajar las persianas y cerrar ventanas para evitar que entre el sol, especialmente en las horas de mayor temperatura en casa.
Apostar por comidas ligeras y frescas en los meses de mayor impacto de calor.
Cómo prevenir el golpe de calor en mayores
El mejor método para no sufrir las graves consecuencias que en una persona mayor puede ocasionar un golpe de calor es prevenirlo.
La cuidadora encargada de la atención de nuestro familiar conoce, gracias a su experiencia, las medidas más óptimas para protegerle durante los meses en los que se produce un aumento excesivo de la temperatura.
Estas medidas son las siguientes:
Ropa para evitar el calor
Vestir ropa ligera, preferiblemente en tonos claros y de algodón.
Protegerse la cabeza del sol con prendas como, por ejemplo, un sombrero o una gorra.
Hidratación corporal
Beber abundante líquido. Lo ideal es beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día.
Evitar toda exposición al sol entre las 12 y las 16 horas.
Cuidar la alimentación: evitar los platos demasiado contundentes y calientes y cambiarlos por comidas ligeras y frías.
Hidratar la piel con cremas adecuadas para ello.
Evitar el calor en casa
Permanecer en las estancias más frescas.
Bajar las persianas y correr las cortinas para que el sol entre directamente.
¿Cómo curar el golpe de calor en personas mayores?
El dolor de cabeza por golpe de calor es uno de los signos más evidentes, pero una vez detectados los signos y síntomas del golpe de calor conviene saber cómo recuperarse de un golpe de calor, especialmente en la tercera edad, que por naturaleza suelen ser personas más vulnerables.
Conviene recuperarse cerca de un estanque o arroyo con agua, para ayudar a bajar la temperatura.
Otra de las medidas eficaces para ayudar a una persona mayor ante un golpe de calor es refrescarle con sábanas húmedas y un ventilador.
Evitar las bebidas azucaradas y alcohólicas en ese momento de la insolación de la persona mayor.
Acudir a sitios resguardados y frescos, como un centro comercial cercano, o un parque con sombra.
La ducha fría siempre será el remedio más preventivo y, a su vez, curador del golpe de calor.
La mayoría de las defunciones ocasionadas por las altas temperaturas se producen en ancianos, situación que puede agravarse debido a la proliferación de enfermedades crónicas
Enfermedades y golpe de calor
Ciertas enfermedades pueden incrementar el riesgo de sufrir un golpe de calor, como la diabetes, la hipertensión o las patologías cardíacas, por lo que habrá que prestar una atención todavía mayor -si cabe- a quienes las sufren.
El golpe de calor, más peligroso de lo que pensamos
De todas las consecuencias para la salud que puede provocar el calor en las personas mayores, el golpe de calor es uno de los más peligrosos. Puede llegar, incluso, a ser mortal.
Por ello, es vital disponer de los mejores cuidados para las personas mayores, pues solo si la posee, el golpe de calor podrá ser detectado y frenado.
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